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ESTADOS UNIDOS

¿Un paso decisivo en la vida de Newt Gingrich?

A algunos el nombre de Newt Gingrich no les dirá nada, pero lo cierto es que ha sido una de las figuras más relevantes del Partido Republicano en las dos últimas décadas. Su trayectoria ha conocido altos y bajos, pero lo cierto es que ha sobrevivido a todo... sin dejar nunca de estar en la primera línea de la política norteamericana.

A algunos el nombre de Newt Gingrich no les dirá nada, pero lo cierto es que ha sido una de las figuras más relevantes del Partido Republicano en las dos últimas décadas. Su trayectoria ha conocido altos y bajos, pero lo cierto es que ha sobrevivido a todo... sin dejar nunca de estar en la primera línea de la política norteamericana.
Sin lugar a dudas, su gran momento fue cuando lanzó el Contrato con América, elaborado por la Heritage Foundation a principios de los 90 como una plataforma para que los conservadores volvieran a tener la iniciativa. Con él, consiguió algo muy poco frecuente: que el Congreso tuviera una mayoría republicana. Fue el Speaker de la Cámara de Representantes entre 1995 y 1999, y durante todos esos años fue el azote del presidente William Clinton.

Su estrella declinó después de que el impeachment contra Clinton por el asunto Lewinski, por él mismo impulsado, no consiguiera salir adelante. Ahora bien, no ha dejado de ser uno de los pesos pesados del Partido Republicano, ni de figurar en las quinielas de presidenciables de esta formación.

La vida privada de Gingrich también ha sido agitada. Divorciado por partida doble, va por su tercer matrimonio. A su primera mujer la abandonó cuando ésta estaba siguiendo un tratamiento contra el cáncer; a la segunda le fue infiel con una compañera de trabajo mucho más joven; en definitiva, un pasado poco ejemplar.

Pero Gingrich no es noticia esta vez por un lío de faldas, ni por sus aspiraciones políticas, sino por el paso que dio el pasado 29 de marzo, día en que fue admitido en la Iglesia Católica.

Educado como baptista, Gingrich hacía tiempo que se mostraba cercano a la Iglesia Católica; incluso tuvo un aparte con Benedicto XVI durante la reciente visita del Santo Padre a Estados Unidos. El domingo 29, en la iglesia de San José de Capitol Hill, Washington, Gingrich dio finalmente el paso, acompañado de amigos como Michael Novak, del American Enterprise Institute, el antiguo obispo de Washington DC Theodore McCarrick y el ex congresista republicano Vin Weber.

Por supuesto que la polémica ha acompañado a esta decisión de un hombre que siempre está en la primera línea mediática. Con su historial matrimonial, Christopher Buckley desconfía de la sinceridad de Gingrich y sospecha que detrás de su conversión subyace su interés de congraciarse con la derecha religiosa. Por el contrario, Deal Hudson recuerda que la Iglesia Católica es para los pecadores, no para los santos, y defiende la decisión de aquél. Desde aquí, lo único que podemos decir es que el tiempo dirá qué hay de oportunismo y qué de sinceridad, pero en cualquier caso Gingrich merece disfrutar de la presunción de inocencia, aun con toda la prudencia que su caso aconseje.

Sea como fuere, sorprende, desde nuestra realidad secularizada, la vitalidad de una Iglesia que esta Cuaresma ha aceptado a 150.000 conversos adultos; un fenómeno, el de la conversión, que aquí tenemos casi olvidado. En el caso de Georgia, el estado del que es originario Gingrich, la Archidiócesis de Atlanta va a abrir las puertas de la Iglesia Católica a 513 catecúmenos que nunca han sido bautizados y a 2.195 personas que fueron bautizadas en otras confesiones cristianas. Por cierto, las conversiones al catolicismo de políticos de relevancia no es algo inhabitual en Estados Unidos: Newt Gingrich se ha unido a una lista que cuenta ya con personajes de tanto relieve como Jeb Bush, Bobby Jindal o Sam Brownback, todos ellos pesos pesados del Partido Republicano.

Aunque ya hay quien habla de las posibilidades de que Gingrich se presente a las elecciones de 2012, por el momento se va a dedicar a otras iniciativas. En primer lugar, a potenciar el think tank que ha creado, Renewing American Leadership, que ya está organizando protestas y manifestaciones contra la subida abusiva de impuestos junto con la American Family Association. Por otra parte, este invierno planea lanzar un documental acerca del papel que Juan Pablo II desempeñó en la caída de la Unión Soviética con su viaje a Polonia en 1979. No parece, pues, que Gingrich se aburra.


© Fundación Burke
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