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MÉXICO

¿Quién protege al Chapo Guzmán?

La leyenda cuenta que, como en una película de Hollywood, Joaquín el Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, banda de narcotraficantes también conocida como Alianza de Sangre, se fugó en enero de 2001 de una cárcel de alta seguridad en Jalisco; pero la verdad es que su escapatoria no fue espectacular: salió escondido en un camión de aseo, ayudado por empleados corruptos.

La leyenda cuenta que, como en una película de Hollywood, Joaquín el Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, banda de narcotraficantes también conocida como Alianza de Sangre, se fugó en enero de 2001 de una cárcel de alta seguridad en Jalisco; pero la verdad es que su escapatoria no fue espectacular: salió escondido en un camión de aseo, ayudado por empleados corruptos.
Desde entonces, supuestamente no lo capturan porque es "tremendamente hábil e inteligente", pero tampoco es cierto. Es la misma suciedad incrustada en lo más alto de determinados sectores de la clase política mexicana. El resbaloso Guzmán se vale para su vida en la clandestinidad de su fortuna, calculada en más de mil millones de dólares –según la revista Forbes–, lo que le convierte en uno de los 40 individuos más ricos del mundo.

Con todo, y aunque tenga ese dineral, la vida del Chapo no debe de ser muy agradable: lo buscan la DEA y el FBI... y sus rivales en el negocio de la cocaína y la heroína.

La sentencia de muerte fue hecha pública desde el 24 de mayo de 1993, cuando, en una mortal balacera, sus enemigos del Cártel de Tijuana, al intentar asesinarlo en el aeropuerto de Guadalajara, aparentemente confundieron su carro con el del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Mataron al prelado y a 6 personas más, pero el resbaloso se escapó. Luego, quizá lo más cerca que estuvieron de él fue el 8 de mayo de 2008, cuando ejecutaron a su hijo Edgar, de 22 años, en un centro comercial de Culiacán.

En México circulan rumores de que ciertas autoridades no es que teman las represalias del mafioso, sino que le deben favores y por eso lo embadurnan con aceite para que se escurran los policías que tratan de agarrarlo.

Felipe Calderón.Por eso se ve mal leer lo que publicó recientemente el New York Times. El rotativo norteamericano decía que el presidente mexicano, Felipe Calderón, intervino a favor de la segunda esposa de Guzmán, Griselda López, para que fuera liberada, "debido a la preocupación de que su detención desencadenara una ola de ataques en represalia, de acuerdo a funcionarios mexicanos".

Griselda, madre del asesinado Edgar, fue arrestada en un cateo efectuado por las fuerzas federales en Sinaloa el pasado día 12. Hubiera sido mejor escuchar que la soltaron porque no tiene cuentas pendientes con la ley, lo cual es cierto.

Una pregunta que se hacen muchos mexicanos es: ¿por qué el presidente Calderón no teme a los otros cárteles, a los que combate con fuerza?

Se mire por donde se mira, las cosas pintan mal. Un gobierno no puede caer rendido a los pies de la delincuencia, como hizo el de Colombia cuando sucumbió al terrorismo de Pablo Escobar. Tampoco debe comprometer su imparcialidad en la guerra contra el narcotráfico.

Desde que accediera a la Presidencia del país Vicente Fox, se han sembrado dudas sobre algunos dirigentes del Partido de Acción Nacional (PAN), acusados de favorecer al Chapo.

El resbaloso Guzmán festejó sus 56 años en abril, y aunque no se puede decir que goce su libertad, porque ningún narcotraficante disfruta de la riqueza y el poder obtenidos matando a gente, sigue evadiendo la ley, y todos nos preguntamos: ¿quién lo protege?


© AIPE

RAÚL BENOIT, corresponsal internacional de Univisión.
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