Menú
COLOMBIA

¡Por piedad!

Con la incredulidad y el escepticismo que deben lucir los periodistas a la hora de dar con respuestas que satisfagan a la opinión pública y sirvan para encontrar la verdad, cuestioné a Piedad Córdoba a través de Twitter: "Colombia espera la liberación de secuestrados por las FARC, por la vida, pero al final es un show mediático". Piedad respondió: "No transmitan entonces. Y déjennos hacer nuestra labor por la paz".


	Con la incredulidad y el escepticismo que deben lucir los periodistas a la hora de dar con respuestas que satisfagan a la opinión pública y sirvan para encontrar la verdad, cuestioné a Piedad Córdoba a través de Twitter: "Colombia espera la liberación de secuestrados por las FARC, por la vida, pero al final es un show mediático". Piedad respondió: "No transmitan entonces. Y déjennos hacer nuestra labor por la paz".
Piedad Córdoba.

Piedad es una polémica ex senadora, a quien recuerdo como aguerrida dirigente liberal, caracterizada por su defensa de las minorías étnicas, las mujeres y los derechos humanos. Luce un turbante que la hace reconocible en cualquier lugar. Recientemente, la Procuraduría General la despojó de su escaño y la inhabilitó por 18 años para ejercer cargos oficiales. De acuerdo al Ministerio Público, tenía vínculos con las FARC.

Piedad está a la defensiva desde que comenzaron a cuestionarle su mediación con la guerrilla. Los colombianos, por lo general, somos de sentimientos extremos, queremos u odiamos en exceso; entonces, la satanizaron como comunista y guerrillera.

Piedad no es guerrillera, pero parece simpatizar con la izquierda y las ideas revolucionarias, lo que la hace enemiga de muchos en Colombia. A pesar de todo, carga sobre su turbante multicolor la misión de lograr un acuerdo de paz, contra viento y marea, exponiéndose a que la denigren y hasta a que la maten. En Twitter le respondí: "No dudo de su lucha por la paz y creo en esa necesidad, pero ¿las FARC están actuando con honestidad?". Ella dijo: "Cada consecuencia aberrante de la guerra debe ser motor de quienes no nos detenemos en búsqueda de una salida pacífica del conflicto. Nadie dijo que fuera fácil, pero lo lograremos".

Entonces le mandé otro mensaje: "A veces la voluntad no es suficiente, en especial porque la guerra es un negocio. ¿Estarán dispuestos a renunciar a este?". Piedad expresó: "No pierdas la esperanza, el 2011 será el año de la paz. La guerra no puede ser la única opción para Colombia". Le dije: "No puede ni debe ser una opción, pero he visto maldad, trampa, secuestro y tortura de las FARC! ¡Que nos convenzan!".

Finalmente, refiriéndose a las liberaciones que faltan, Piedad concluyó: "Las próximas las haces tú". Y le respondí: "Hagámoslo juntos, pero que sea el grupo final. Así me apunto a todo, con tal de lograr la paz. Esto es un sufrimiento a cuentagotas para las familias de los secuestrados".

Los colombianos tienen razón de ser escépticos, porque el mismo día en que los guerrilleros liberaban a un grupo de secuestrados llenaron de nuevo la canasta con nuevas víctimas: se llevaron a dos trabajadores de una compañía cartonera en el suroeste del país.

O Piedad guarda el secreto de una fórmula mágica para pacificar a Colombia, o es ingenua, o nos engaña a todos y realmente lo que hace es servir de paramédico cuando la guerrilla necesita auxilio. Muchos piensan que las FARC lo único que buscan es propaganda.

Después de ese debate virtual, solo me queda pedirle a las FARC, ¡por piedad!, pero no por la compañera Piedad sino por piedad humana, que liberen a los secuestrados, que renuncien al terrorismo, que no secuestren ni extorsionen más, que no maten y torturen a los que dicen defender. Así creeremos en ellos y en Piedad.

 

http://twitter.com/raulbenoit

0
comentarios