La comediante Tina Fey, quien durante años fue una de las estrellas del programa de corte humorístico Saturday Night Live y actualmente triunfa con la serie 30 Rock, guarda un parecido asombroso con la gobernadora de Alaska y, valiéndose de su habilidad para la imitación, ha creado una prodigiosa personificación de Sarah Palin. Tan lograda es la copia de los gestos, la entonación, el peinado y los juegos de mirada, que el televidente olvida quién es quién.
Dicen que en una estación de televisión equivocadamente transmitieron uno de los sketches de la popular cómica creyendo que se trataba de la auténtica Palin. Si millones de personas siguieron el debate entre la antigua alcaldesa de Wasilla y su contendiente, el demócrata Joe Biden, tres días después otros tantos no quisieron perderse la sátira del intercambio entre estos dos políticos conocidos por sus meteduras de pata.
Lo más curioso de las imitaciones que Tina Fey hace de esta outsider repentinamente célebre es que apenas cambia los parlamentos y declaraciones de la Palin. Fey se limita a repetir casi verbatim lo que ésta ha dicho en entrevistas que, según cuentan, incluso han hecho sonrojar a más de un republicano, sobre todo la que concedió a la periodista Katie Couric, de la cadena CBS, en la que la aspirante a la vicepresidencia de los Estados Unidos se quedó en blanco cuando se le preguntó qué revistas y periódicos suele leer para mantenerse informada. En los círculos próximos a McCain se comenta sotto voce que la elección de Palin pudo ser precipitada, relegando a mujeres con más experiencia dentro del partido como la senadora Olympia Snowe o la gobernadora Linda Lingle.Lo que no se le puede negar a Sarah Palin es su sentido del humor para encajar cada semana unas hilarantes viñetas que arrasan entre los fanáticos de YouTube, ansiosos por colgar la última imitación que Fey hace de ella. Según su gabinete de prensa, la gobernadora las encuentra muy graciosas y suele verlas cuando viaja en el avión que la lleva de un lado a otro en la frenética carrera por llegar a la Casa Blanca. Estas dos mujeres han desarrollado una extraña simbiosis, y ahora, cuando el público tiene delante a Palin, cree estar viendo a Tina Fey y viceversa.
Las campañas presidenciales en los Estados Unidos tienen mucho de reality show coreografiado, como una megaproducción de Broadway, en la que casi todo está calculado al milímetro. A este espectáculo hipnotizante, que está a punto de culminar el próximo cuatro de noviembre, se ha sumado la doble de Sarah Palin, lo que refuerza el mito de que todos tenemos en alguna parte un doppleganger, una réplica de nosotros mismos. Por lo pronto, Sarah Palin ha dicho que la noche de Halloween se disfrazará de Tina Fey.