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IBEROAMÉRICA

Fidel y el petróleo venezolano

La revolución bolivariana ha sido de lo más positiva para Fidel Castro. Cinco años después de que éste y el presidente Hugo Chávez firmaran un acuerdo bilateral para el suministro de combustible, esto le reporta a La Habana aproximadamente 1.200 millones de dólares anuales en ganancias, o un 20 por ciento del total de ingresos en divisas que percibe Cuba cada año. 

La revolución bolivariana ha sido de lo más positiva para Fidel Castro. Cinco años después de que éste y el presidente Hugo Chávez firmaran un acuerdo bilateral para el suministro de combustible, esto le reporta a La Habana aproximadamente 1.200 millones de dólares anuales en ganancias, o un 20 por ciento del total de ingresos en divisas que percibe Cuba cada año. 
Hugo Chávez y Fidel Castro.
Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) despacha oficialmente alrededor de 80.000 barriles diarios de crudo y productos refinados de alto valor a Cuba. Pero buena parte de esos embarques nunca llega a Cuba. En su lugar, se colocan en mercados centroamericanos y caribeños por intermedio de compañías comercializadoras de Panamá y Guatemala, que actúan como corredoras de la empresa petrolera propiedad del Estado cubano: CUPET. El petróleo venezolano con destino a Cuba ya está vendido incluso antes de que llegue a los terminales de embarque de PDVSA, y las ganancias van para La Habana.
 
Los corredores de CUPET que actúan en este negocio son International Petroleum S.A. (IPESCO), que opera en la Zona de Puerto Libre de Colón en Panamá, y la comercializadora francesa Trafigura, con sede en Ciudad de Guatemala. El Departamento de Estado de EEUU ha prohibido a IPESCO hacer negocios con empresas estadounidenses, así como operar en el territorio de ese país. No está claro si el Departamento de Estado ha aplicado algún veto parecido a Trafigura.
 
Pero, en beneficio para Fidel, desde 2003 Cuba tampoco ha efectuado ningún pago por el petróleo crudo que compra con descuento a Venezuela, según ex funcionarios de PDVSA y operadores petroleros internacionales. Venezuela dejó de enviar facturas mensuales y La Habana dejó de efectuar pagos; mientras, los embarques de petróleo de PDVSA para Cuba aumentaron del volumen estipulado en el contrato original de 57.000 bpd a 80.000 bpd, aproximadamente. Debido a eso, la deuda de Cuba en concepto de este negocio petrolero con Venezuela rebasa actualmente los 2.500 millones de dólares, y continúa creciendo. Sin embargo, podría ser aún mayor.
 
Las utilidades que el Gobierno cubano obtiene por la venta de crudo venezolano –que básicamente está adquiriendo a cambio de nada (porque Cuba probablemente nunca pagará su deuda a PDVSA)– dan a Castro una palanca política de la que no disfrutaba desde que La Habana recibía 7.000 millones de dólares al año de Moscú, hasta que la Unión Soviética colapsó, en 1989.
 
Por supuesto que lo que Castro recibe de Chávez no es completamente gratis. El líder cubano "paga" por su petróleo venezolano enviando miles de asesores cubanos a Venezuela. El 11 de abril de 2002 había poco más de 7.000 ciudadanos cubanos en misiones oficiales en Venezuela. Actualmente la presencia oficial cubana en Venezuela alcanza a más de 26.000 personas, según algunas estimaciones.
 
Entre esos cubanos figuran médicos, odontólogos, maestros, entrenadores deportivos, ingenieros y otros "expertos" que necesita la revolución bolivariana. La mayoría de esos cubanos probablemente son también personal adiestrado en seguridad, inteligencia o asuntos militares. Se hallan en Venezuela para ayudar a fortalecer las crecientes bases de la revolución bolivariana y proteger la inversión de Castro en Venezuela. Probablemente no sea coincidencia que la mayor parte de la misión cubana en Venezuela se encuentre concentrada estratégicamente alrededor de instalaciones clave, como refinerías de crudo y terminales de exportación, puertos y aeropuertos, bases militares, instalaciones de servicios públicos y de comunicaciones...
 
Si vuelve a estallar un conflicto político en Venezuela que amenace la estabilidad del Gobierno de Chávez, las fuerzas de seguridad de Venezuela, con el apoyo de los cubanos, podrían proteger rápidamente las instalaciones petroleras estratégicas y demás instalaciones clave contra cualquier intento de sabotaje.
 
Pensamos que la presencia militar cubana en Venezuela aumentará en los meses venideros de 2005 y en 2006, cuando comiencen a llegar los primeros fusiles de asalto rusos AK-103 y AK-104 y los primeros de los 40 helicópteros de ataque MI; y que los instructores militares cubanos que ya están profundamente involucrados en la creación de una nueva doctrina nacional de seguridad para Venezuela también asesorarán a las fuerzas armadas en el uso del nuevo armamento ruso.
 
 
© AIPE
 
Robert Bottome, director de VenEconomía.
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