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BRASIL

El hipócrita soltó la lengua

En una entrevista concedida a El País de España, Lula da Silva reveló algunas de las maniobras políticas que le han hecho tener tanto éxito.

En una entrevista concedida a El País de España, Lula da Silva reveló algunas de las maniobras políticas que le han hecho tener tanto éxito.
Como primera revelación, dijo que apuntaló el capitalismo para poder encaminarse al socialismo. ¡Gran novedad! Cómo si nadie se hubiese dado cuenta. Primero pidió al inversor que invirtiera en el país, y luego le robará el dinero. Esa es la fórmula progresista.

Le faltó decencia para admitirlo durante estos ocho años, en que se crearon más de 14 millones de empleos en el Brasil; se atribuyó el mérito, sólo por dejar trabajar a la gente, sin inmiscuirse en sus negocios.

La progresía descubrió que es la libertad económica la generadora de riqueza. Sin embargo, no puede aceptar que se mantenga intocable el capitalismo. La ambición de dominio totalitario que tienen los socialistas hace que, cuando hay superávit, vuelvan a la carga contra los responsables de su existencia, para cebar la maquinaria populista.

Qué más dijo el presidente brasileño. Que su relación con la Iglesia y los curas adeptos a la Teología de la Liberación fue su plataforma de apoyo para llegar a las masas. Da Silva, el comunista, ateo y marxista Da Silva, se sirvió de los prelados para ganar popularidad, sí. No hay como el manoseo político de la palabra divina para ser falso, oportunista y sinvergüenza.

Da Silva dijo que trata a todas las religiones con respeto porque Brasil es un país laico. Su cada vez más estrecha relación con los musulmanes fanáticos seguramente es parte de su respeto sin preferencias por todos los credos.

Se definió como un presidente "multi-ideológico", que se lleva bien con las izquierdas y las derechas por conveniencia. Por conveniencia. Ahora que se va del gobierno, soltó la lengua y lo admitió. ¿Decidió mostrarse franco, o es que fue un acto fallido?

Sobre su sucesor, reflexionó como sigue: "Gane el que gane, nadie hará ningún disparate; el pueblo quiere seguir caminando y no volver atrás. Pero déjeme decirle que yo no veo la posibilidad de que perdamos las elecciones".

Lula da Silva.¿Caminando hacia dónde, señor Da Silva? ¿Hacia el capitalismo que sostuvo por conveniencia o hacia el socialismo, que daría poder absoluto a su partido y su ministra?

Si dice que el Partido de los Trabajadores no puede perder en las elecciones es porque el fraude y las coimas vienen en camino. No dijo que su partido va a ganar, que sería lo lógico en un presidente saliente con tamaña popularidad. Pero es que sabe que el Brasil desconfía de Rousseff: la elección de la candidata fue equivocada, pero es muy tarde para cambiar de yegua.

Y ahora, la más comprometedora de sus respuestas: "Necesitamos unas Fuerzas Armadas adecuadas para garantizar la seguridad del pueblo, mantener una política de defensa respetable. No queremos invadir ningún país, pero tampoco que nos invadan a nosotros".

¿Quién lo va a invadir, señor Da Silva? ¿Bolivia, Uruguay? ¡Ojo con Paraguay y la Guyana! ¿Qué gran complot o gran mentira, entre todas las que tejió durante estos años, se encuentra detrás de semejante argumento? ¿Cuál es el programa militar que piensa desarrollar con Irán y Rusia?

Las que está fraguando con Medvedev y Ahmadineyad son las alianzas más oscuras que se están gestando en Sudamérica, sin que absolutamente nadie haya dicho una sola palabra en ningún lugar del mundo.

Un Brasil socialista es un peligro mortal para América del Sur. Pero el riesgo no es sólo para sus vecinos, sino para los propios brasileros, que invirtieron todo en su país confiados en el "capitalismo temporal" que sustentó el hipócrita Lula da Silva.


© Diario de América

JOSÉ BRECHNER, ex diputado boliviano.
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