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CARTAS DE ULTRAMAR

Argentina, elecciones en puertas

En su momento, y estas cartas dieron cuenta de ello, los tristemente célebres piqueteros argentinos (alimentados por motivaciones políticas, naturalmente) vivieron su apogeo: además de los pagos habituales, reclamaron aguinaldo y hasta pasajes en tren para ir a las playas en el verano. Faltaba más.

En su momento, y estas cartas dieron cuenta de ello, los tristemente célebres piqueteros argentinos (alimentados por motivaciones políticas, naturalmente) vivieron su apogeo: además de los pagos habituales, reclamaron aguinaldo y hasta pasajes en tren para ir a las playas en el verano. Faltaba más.
El presidente de Argentina, Néstor Kirchner.
Y bien, ahora están en la mira de los candidatos a las elecciones que tendrán lugar el 23 de octubre, y donde, en la provincia de Buenos Aires, se elegirán 35 diputados y tres senadores nacionales, en tanto en la ciudad autónoma de Buenos Aires se elegirán 13 diputados nacionales.
 
Para quedarnos en este stendhaliano espejo invertido sobre el camino, digamos que los principales aspirantes al Senado (la candidata del justicialismo, Hilda Chiche Duhalde; la candidata del Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner; el candidato de Propuesta Republicana, el liberal Ricardo López Murphy, así como, en fin, el aspirante radical, el actor Luis Brandoni) coinciden en enfrentarlos abiertamente. Era hora, claro. Cada cual con su propuesta, para solucionar un problema que, ciertamente, no es menor, puesto que cada día se torna más complejo el libre desplazamiento de un lado a otro.
 
Si bien coinciden en la creación de empleos como modo de retirar esas protestas de las calles, hay diferencias en otros puntos. La señora del ex presidente Duhalde aspira a la actualización de las llamadas "canastas básicas"; la esposa del presidente Kirchner anuncia políticas de empleo, mientras el candidato liberal López Murphy aspira a concretar fórmulas de aprendizaje y de empleo juvenil para más de un millón de jóvenes que no estudian pero tampoco tienen intereses laborales. El periódico La Nación, en este sentido, ha realizado un pormenorizado informe sobre el tema, con detalles sobre el punto de todos los postulantes. O sea que, además, pasa revista a los aspirantes a diputados nacionales.
 
Recordemos que entre ellos, y por el kirchnerismo, se postula al actual canciller, Rafael Bielsa, que sustenta su posición contra los piqueteros diciendo que se movilizan con intereses de corte político. (Vaya astucia la del canciller). En este sentido, la ex ministra Patrcia Bullrich es mucho más dura: procurará sacar adelante leyes concretas que garanticen por todos los medios la libre circulación de personas. Cabe señalar que el ex ministro Domingo Cavallo (que tiene su propio partido) retiró su candidatura a la diputación tras mirar con un ojo las encuestas: la nula intención de votos por él era más o menos inversamente proporcional a la elevada impopularidad de la que goza.
 
Finalmente, y dependiendo de los resultados de octubre, se habla también de los posibles candidatos al sillón presidencial en las elecciones de 2007. Entre los más visibles se encuentra, naturalmente, Néstor Kirchner (quien sin duda intentará superar aquel magro 22% con el que ganara los pasados comicios, tras la ausencia en la segunda vuelta de Carlos Menem, que había alcanzado un porcentaje más alto que él). Naturalmente, el ex presidente Menem aspirará asimismo al sillón; se asegura que competirá por cuarta vez, a los 77 años de edad. Otros dos candidatos visibles son el ex presidente Eduardo Duhalde (en este sentido, los votos que obtenga en la provincia su esposa serán muy importantes) y López Murphy, quien estuvo a punto de disputar el ballotage en la pasada elección, cuando fuera el candidato no peronista más votado.
 
Pero este panorama se irá desvelando con el tiempo, que mata huyendo, como dice Quevedo, mientras en octubre tendremos oportunidad de acercarnos a algunas pistas que nos permitan, acaso, sacar consecuencias de lo ocurrido con un tema (el de los piqueteros) que durante mucho tiempo fue paseado sin rubores y hasta con órdenes de no ser tocado. No hay que ser ningún Funes borgiano para tenerlo situado en el territorio general de la memoria.

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